lunes, 12 de mayo de 2014

Posada del Peine

En el año 1610, hace ya más de 400 años, Juan Posada abre las puertas de esta fonda, situada estratégicamente junto a la Casa de Postas, principal parada de diligencias de la Villa (en esta época Madrid tenía un censo aproximado de 900 coches de caballos), a la que llegaban granjeros y comerciantes con productos de las provincias que pernoctaban un día o dos en la capital.

Posada del Peine

La Posada debe su nombre al peine atado a una cuerda, para impedir que los viajeros se lo llevaran, que se encontraba en cada una de sus habitaciones. Este servicio adicional le distinguió de los demás establecimientos, adoptando el mismo como emblema.

Escalera interior
Desde su apertura fue regentada por la familia Posada, hasta que en el año 1796 pasa a manos de los hermanos Espino, coincidiendo esta fecha con el traslado de la Casa de Postas a su nueva sede en la plaza de Pontejos, construida entre 1795 y 1800 en el edificio trasero a la Real Casa de Correos.

Detalle de la fachada
A lo largo de estos cuatro siglos la fonda ha recibido diversas ampliaciones y reformas hasta llegar al edificio, compuesto por tres inmuebles unidos interiormente, que hoy día conocemos. Los arquitectos Francisco Álvarez Acevedo, Juan de Villanueva o Juan Antonio Sánchez, entre otros, fueron los encargados de ir ampliando la Posada hasta llegar a contar con un total de 150 habitaciones.

Restaurante del hotel
Las habitaciones más caras contaban con ventanas francesas, balcones con rejas de metal y persianas de madera, mientras que las más baratas se ubicaban en cuartos interiores y no tenían ventilación. En el año 1892, con motivo del IV Centenario del Descubrimiento de América, se instala un templete con un reloj que corona el edificio principal.

Reloj del torreón
Este hotel estuvo en funcionamiento hasta el año 1970 y durante algo más de 30 años permaneció cerrado, hasta que en 2005 la cadena Petit Palace lo restauró y modernizó convirtiéndolo en un hotel de cuatro estrellas con 67 habitaciones.

Anuncio en prensa de la Posada del Peine
Petit Palace Posada del Peine comparte el edificio con la casa de relojes Girod, propietaria del inmueble, que ocupa con su taller la planta primera y última del mismo. Además, en la planta baja se encuentra Estirpe Joyera, fundada a comienzos de los años 90.

Placa de comercio centenario
El escritor Camilo José Cela se refería a ella como "histórica, destartalada y entrañable Posada del Peine" dentro de su discurso de ingreso en la Real Academia Española de 1957 titulado: La obra literaria del pintor Solana. En él, Cela habla del lugar de residencia de José Gutiérrez Solana en el momento que se publicaba la obra literaria del pintor, Madrid. Escenas y costumbres.

Exterior de la Posada del Peine
Por último, agradecer a la cadena Petit Palace y en concreto a la directora del hotel, su amabilidad a la hora de acceder al edificio para realizar las fotografías que ilustran esta entrada.

Habitación doble
Madrid está esperando a que la descubras…

No hay comentarios: